La motivación en tu fotografía
Partamos de una máxima: todas las posibles motivaciones para hacer fotos y/o dedicarse a la fotografía como negocio son válidas. Dicho esto, con este texto quiero hablarte de por qué pienso que algunas motivaciones te harán llegar a tu destino y otras te harán perderte por el camino.
Llevo desde los 16 años haciendo fotos. Acabo de cumplir 41, echa cuentas. Desde 2006 estoy más metido en el mundillo fotográfico digital a diferentes niveles y en diferentes ambientes. Durante este tiempo he conocido a muchísima gente relacionada con la fotografía de una u otra manera. Fotógrafos, editores, publicistas, creativos… y he visto los bandazos que ha dado este mundo en los últimos 15 años; como se han removido los cimientos que se creían de hormigón, de una industria que se ha transformado totalmente.
Pero, ¿a qué me refiero con una “motivación”? Bueno, es simple.
Es lo que te hará seguir adelante cuando todo se ponga en contra. Lo que te sentará a trabajar y crear algo increíble incluso ante la perspectiva de que tus únicos espectadores sean tu perro y tu madre. Es esa fuerza interior que te empujará a continuar pase lo que pase. Esa voz que te acaricia y te susurra: -“Sigue, no mires abajo, continúa y confía en ti mismo”. Recuerda que cuando no puede ayudarte nadie, solo puedes ayudarte a ti mismo.
Bien, si comienzo por el final, te cuento cual es la que, a mi juicio, es la motivación mas engañosa: El dinero.
El dinero tiene dos caras y ninguna de ellas es la creatividad. Una de ellas es la presión por poseerlo y la otra la envidia. Ni la una ni la otra te ayudarán en este arduo camino que es el crear algo solo tuyo.
Algunos de esos fotógrafos de los que te hablaba ya no se dedican a la fotografía. Angustiados por el éxito comercial desmedido que no llega, por las ventas imposibles, por los números, las métricas… acabaron alejados y hastiados de una profesión que, debes saber, es algo más que un trabajo.
El dinero es lo que mueve el mundo, sí, pero no arranca el arte de las entrañas de los artistas. Si tu motivación para acercarte a la fotografía es ganar inmensas cantidades de dinero porque has visto/leído que tal o cual fotógrafo ha vendido una foto por millones de dólares, puedes esperar sentado. El dinero vendrá, pero únicamente después de que seas capaz de sacar un trabajo genial adelante por ti mismo.
Parecida a la del dinero, en los últimos años, he percibido una motivación de la que no había sido consciente hasta hace poco: La fama y la popularidad. Evidentemente esto tiene mucho que ver con la explosión de ego y vanidad que nos ha invadido desde la llegada del mundo hiperconectado y las redes sociales. Ha aparecido una nueva figura popular: El fotógrafo superstar.
No me entiendas mal, siempre ha habido fotógrafos famosos y admirados, pero creo hemos subido un escalón en lo que respecta a esa popularidad. Tanto, que lo que parece inspirar a una generación de jóvenes que se acercan a la fotografía no es la propia fotografía en sí, sino el modo de vida irreal, postizo y fingido que va ligado a esas cuentas hiperconectadas-hiperpopulares.
De ninguna manera te servirá para desarrollarte como artista mirarte en un espejo deformado, artificial y vano.
Aprende a obviar esa realidad y concentrate en lo que tienes delante.
Y entonces, ¿qué debería motivarte? ¡Muchísimas cosas! Algunas podrían parecer ambiguas y demasiado etéreas pero solo tienes que pararte, sentir y seguro que están ahí, cerca de ti. Por ejemplo:
Representar tu visión de la pureza, la belleza, la vida, la muerte o el dolor…
Entender el mundo y conocer la realidad a través de tus obras.
La emoción de crear algo puramente tuyo. Sentir la creación, experimentar.
Considero las siguientes especialmente importantes.
Superar los desafíos que van a presentarse delante de ti.
Satisfacer la necesidad inequívoca de expresar algo.
La superación personal.
El deseo consciente de influir en los demás, impactar en el resto de personas.
Crecer, innovar, evolucionar como persona y sobre todo como artista.
Todas estas motivaciones para fotografiar tienen muchos ángulos desde las que las puedes mirar.
Busca y encuéntrate a ti mismo en el proceso.
“El único modo de hacer un gran trabajo es amar lo que haces.”
Steve Jobs.